Cada vez más la belleza se asocia con la transformación de nuestra imagen y el cabello es uno de los atributos predilectos para llevar a cabo esta transformación.
Es allí donde los productos químicos en el pelo juegan un papel muy importante, ya que son los que permiten realizar los dos principales cambios de imagen que toda persona busca: el cambio de color de cabello y el cambio de estructura capilar (ya sea de liso a permanente o de crespo a liso).
¿Vale la pena pagar el alto costo que supone usar estos productos en el cabello?
Y nos referimos únicamente al costo monetario que tendrás que pagar por el servicio de la técnica seleccionada, sino también al costo de tiempo, dinero y gasto mental que supone reponer el daño posterior que sufrirá el cuero cabelludo y el pelo, si no tomas las medidas extremas adecuadas.
Ya que pudieras experimentar una caída desenfrenada del cabello que definitivamente será mucho peor para tu imagen personal.
Ahora bien, si conoces la forma en que actúan los productos químicos en el pelo, y aplicas los tratamientos previos y posteriores al utilizarlos, es posible que disminuyas considerablemente el daño, y entonces, valga la pena ese cambio de imagen que tanto deseas.
¿Cómo usar los productos químicos para mitigar el daño en el cabello?
Lo primero es saber que los productos químicos siempre suponen someter al cabello a un proceso agresivo, entonces, lo que puedes hacer cuando decides utilizarlos, no es evitar el daño, sino mitigarlo.
El daño que producen estos componentes químicos asociados con el tinte y las formas de cambio de estructura capilar (como el desrizado o la permanente), penetran en la estructura capilar a través de la capa más externa, es decir la cutícula. Y es allí donde impacta.
Por eso, lo más aconsejable es hacer lo siguiente:
- Reducir la frecuencia con la que se somete al cabello a la acción de estas sustancias.
- No aplicar ningunos de estos químicos cuando el cabello esté excesivamente dañado y deteriorado.
- Preferir las nuevas técnicas que son mucho más saludables como el alisado con queratina, en vez del desrizado, ya que permiten un cabello liso, a la vez, hidratado y manejable.
- Utilizar champús, acondicionadores y mascarillas específicos para hidratar y mantener al cabello con tinte, alisados y/o sometidos a permanentes.
- Prepara al cabello mediante un programa intensivo de hidratación, antes de aplicar cualquier químico. Estos tratamientos consisten en el uso continuo de mascarillas, productos capilares reparadores del cabello y corte de puntas para su mantenimiento.
En conclusión, si aun deseas someter tu cabello a cambios que requieran el uso de productos químicos para el cabello ten en cuenta los dos principales factores que aceleran el daño del cabello: la frecuencia con que se haga y los cuidados inadecuados antes y posteriormente a su aplicación.
Así que el cambio de imagen vale la pena, si también estás dispuesto/a a pagar, en tiempo y dinero, los cuidados extremos capilares que requiere tu cabello antes y después de aplicar alguna de las técnicas nombradas.