La alopecia es una condición médica que hace referencia a la pérdida anormal del cabello, puede ocurrirle tanto a hombres como a mujeres de todas las edades. Sin embargo, en este artículo nos centraremos en resaltar la alopecia que afecta principalmente a las mujeres.
Existen varios tipos de alopecia en mujeres, pero las más frecuentes son la alopecia frontal, la alopecia areata y alopecia por estrés.
Veamos cuáles son las causas y tratamientos más recomendados para cada uno de estos tipos de alopecia.
Alopecia en mujeres: causas y tratamientos
Los síntomas de la alopecia en mujeres dependen del tipo de alopecia que se tenga, algunas son fácilmente reversibles y otras son más difíciles de curar. Por ejemplo:
Alopecia del tipo fibrosante frontal
Este tipo de alopecia suele ser más común en mujeres que en hombres, conocida también como alopecia frontal. Se trata de la caída de cabello en la zona del cuero cabelludo más cercano a la frente, de esta manera lo que se observa es que el cabello nace cada vez más atrás aumentando el tamaño de la frente y cambiando la forma de la línea del cabello.
Hasta el momento se desconoce su causa exacta, pero en las investigaciones médicas suelen relacionarla con la etapa de la menopausia de la mujer. No existen claras evidencias de tratamiento que detenga la alopecia frontal, pero sí sistemas capilares a medida que mejoran la estética capilar sin cirugía.
Alopecia femenina por estrés
Se trata de un tipo de alopecia ocasionada por altos períodos de estrés de manera prolongada. Es conocida también como alopecia nerviosa y puede presentarse a cualquier edad, motivada por ansiedad y exceso de tensión.
Se cree que este tipo de alopecia se deba a los altos niveles de cortisol que llegan a la sangre cuando se tiene estrés, ya que su presencia ralentiza la circulación de oxígeno en los folículos pilosos. Esto debilita el cabello y consecuentemente cae de forma anormal.
Una manera de revertir esta situación es realizando ejercicio, ya que de esta forma se disparan los niveles de serotonina en el organismo, la cual tiene un efecto modulador procurando mejor sueño por las noches, mejor actividad sexual, regulación de las funciones neuroendocrinas y controlando la depresión. Todo esto ayuda a disminuir el estrés y en consecuencia detiene la caída de cabello por esta causa.
Alopecia areata
La alopecia areata es consecuencia de enfermedades autoinmunes que pueden presentarse a lo largo de la vida, sin importar la edad, como son la diabetes, la artritis o enfermedades celíacas. La caída del pelo se experimenta por zonas, creando parches en la cabeza.
Si la enfermedad autoinmune está controlada tiende a desaparecer, volviendo a crecer el cabello de forma habitual. Mientras se controla la enfermedad se puede pensar en tratamientos estéticos como prótesis capilares y pelucas.
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